sábado, 14 de febrero de 2009

LLEGUÉ A MI CASA CORRIENDO, ME BAÑÉ Y ME ACOSTÉ A SOÑAR

Llegué a mi casa corriendo me bañe y me acosté a soñar. Nada no conseguía nada Me venían mil pensamientos a la cabeza que nada tenían que ver con el relato, hoy casi no has entrado en la comunidad. Obama es negro pero también es presidente de los estados unidos y además lo de Jesús, sueño o realidad o sostenimiento casi invisible de una ilusión o verdad material pero cósmica incomprensible. Me levanté de la cama me vestí como para ir a una fiesta que de paso no sé que ocurrió, pero desde que estoy escribiendo el relato ninguno de los hombres amigos y amados me invitaron a bailar, a cenar a llenar la noche de porquerías. En estos días donde voy presumiendo de escritora nadie me dijo que me amaba, nadie miró mis labios con ardor En una palabra lo único que conseguí del amor para mí estos diez días, fue que me leyeran, que invirtieran parte de su tiempo en mis pequeños relatos. Que no me importa, que yo pienso seguir escribiendo y quién lo puede negar, escribiendo, escribiendo, llamando permanentemente al amor, a la concordia, por ahí, quién lo puede negar, algo me toca a mí, algo de amor, algo de aventura, algo de silencio. Sigo escribiendo y el resto, todo el resto está bien como está.

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