domingo, 18 de enero de 2009

EN EL TRABAJO OTRO DÍA DE LOCOS

En el trabajo otro día de locos. Cuando llegué me encontré con la novedad que habían expulsado al Ingeniero Jefe porque de hacer las cosas como pensaba él se hubiera venido abajo la construcción.
Día de locos, no tanto porque me importara el destino del Ingeniero Jefe que, por otra parte, yo consideraba un ignorante, sino que así de golpe, como quien no quiere la cosa, me nombraron Ingeniera Jefa.
El sueño de anoche impresionante (yo tenía razón, el sueño de la noche anterior no había terminado): El joven de 33 años, muy parecido a Jesucristo, me tomó en sus brazos como si yo fuera una niña y caminando, corriendo sobre las olas, cantaba con una voz melodiosa de manera angelical: “Hoy me quiero divertir, porque mañana tengo que morir”. Ahí, sentí angustia y me desperté.

No hay comentarios:

Publicar un comentario