viernes, 8 de mayo de 2009

SEGUÍAMOS SENTADOS CON JESÚS EN EL RETIRO...

Seguíamos sentados con Jesús en el banco del Retiro. Nos mirábamos, nos sentíamos. Parecíamos dos personas enamoradas. El primero en hablar fue Jesús:
-¿Todavía tienes ganas de que te cuente la conversación con mi padre?
-No, bueno sí, la puedes resumir en tres frases. Hablemos, cuando estuvimos ese instante en silencio sentí que te amaba pero, por favor, hablemos, no dejemos que venga el amor a perturbarlo todo. Te escucho, Jesús, te escucho…
Jesús estaba muy impactado por mis palabras, tímidamente dijo:
-Bueno, te cuento…
Y ahí le recordé que en tres frases.
-Una, me prohibió meterme dentro tuyo para conocerte. Dos, que si me quiero quedar en la tierra contigo, no puedo volver más al cielo. Tres, Si vuelvo al cielo me crucifican.
-Y qué más…
Jesús dijo:
-Me dijiste tres frases, ahí están.
Y ascendiendo las manos, desapareció.
No me enfurecí ni nada de eso, me levanté tranquila y caminé tranquila rumbo al trabajo.

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