sábado, 14 de marzo de 2009

ESTOY LOCA, ESTOY LOCA, VEO VISIONES, TENGO SENTIMIENTOS....

Estoy loca, estoy loca, veo visiones, tengo sentimientos contradictorios, necesidad de castigo ¿Y esto será verdaderamente el amor? Que no lo quiero así, quiero seguir independiente como era antes de comenzar a soñar con él o tal vez si pudiera dominarlo, todo sería distinto, enamorarlo, eso, enamorarlo definitivamente, educarlo todo para mí. Levantarme a la mañana y subirme sobre sus hombros a caballito y él galopando, galopando me llevaría de aquí para allá y con sus superpoderes, construiría puentes en cuatro minutos y cruzaríamos el océano y los mares del sur y del norte y él de vez en cuando giraría su cabeza para preguntarme,¿ va bien mi diosa? y yo le tiraría de la barba y comenzaría a volar.
Me acosté en la cama y seguí repitiendo.
-¿Y esto será verdaderamente el amor?
Los ruidos exagerados de una tormenta eléctrica exagerada, con truenos que parecían enormes rugidos de fieras grandiosas y centellas y rayos jamás vistos por Madrid, y piedras y ruidos de piedras unas contra otras me despertaron.
Lo primero que hice fue taparme hasta la cabeza para poder aislarme de los ruidos. Y trate de recordar si la ventana del salón estaba abierta o cerrada.
Los ruidos eran cada vez más fuertes.
Entre los ruidos de los truenos y las luces espectaculares de los rayos creí escuchar la voz de Jesucristo.
Me tapé más todavía y ahí recordé que había dejado la ventana del salón abierta.
Me levanté apresuradamente y encontré a Jesucristo desnudo debajo de la lluvia, los truenos, la tormenta, debajo de las piedras con los brazos extendidos hacia el cielo. Al verlo le increpé:
-Y ahora ¿qué estás haciendo?
Jesús me miró como si la que estuviera loca fuera yo y me dijo:
-Cállate, por favor, que estoy hablando con mi padre.
Un remolino de viento y agua se trago a Jesús y yo cerré inmediatamente la ventana y caí en un sillón, dormida, desmayada.

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