domingo, 22 de febrero de 2009

¡QUÉ GOLPE QUE NOS DIMOS!

-¡Qué golpe que nos dimos! Dije yo, tocándome las nalgas.
-Tú, porque yo, en la tierra, tengo superpoderes.
-¿Superpoderes?
-¡Ah! ¿sí?
-¿Y desde cuando?
-Antes del poema del desierto hablé con mi padre y me dijo: “si tu novia no quiere que mueras, no morirás, estarás en la tierra vivo, con superpoderes para luchar contra Satanás.
-Ay, por favor, no me jodas, Jesús.
-¿Qué quieres, que te lo demuestre?
-Sí, claro, por supuesto.
¿Y saben lo que hizo el animal de Jesús? (quiero recordarles que estábamos en el parque del Oeste, en la calle Ferraz, a unos metros de la guarida de los socialistas). Salió corriendo y pegó la cabeza contra una farola, que se dobló y cayó en medio de la calle produciendo el choque de varios coches. La gente gritaba y corría y yo le tomé a Jesús de la mano como si fuera un niño y le dije:
-Ven Jesús, no te hagas daño, ven Jesús. Así qué ¿Superpoderes?
-Sí, querida.
-Bueno pues arregla este lío que has hecho con tus superpoderes.
-Y ¿saben lo que pasó? pues nada, Jesús me miró a los ojos y me dijo:
-Es la última prueba a la cual me someto
Y moviendo las manos como para bailar en árabe o en andaluz, arregló todo.
Yo pensé que estaba alucinando pero no dije nada.
Él me tendió la mano suavemente y me dijo:
- Ven, vamos a buscar una casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario